Sigue el Alba sin arrancar la temporada, donde sólo ha sido capaz de ganar un partido de cinco, y arruina una oportunidad de ganar tanto la moral de la afición como una inyección económica necesaria. Adiós al torneo de un equipo que si bien sobre el papel parece válido e interesante, no lo demuestra en el terreno de juego, y una derrota que puede traer muchas consecuencias al entorno del club.
El primer tiempo resultó decepcionante. Sin ocasiones, con escaso fútbol y mucho pelotazo. No hubo un dominador y el público se aburrió de lo lindo. Ambos conjuntos eludieron riesgos y emplearon un juego directo que favoreció la labor de destrucción de las defensas.
Pero la segunda parte se fue volviendo loca con el paso de los minutos. Zurdo probaba nada más empezar las manos de Salcedo que demostraba una vez más su sobriedad. Javi Rubio daba respuesta rematando un balón dividido en el área manchega directamente fuera, y creando más peligro en 5 minutos que en toda la primera mitad. El Alba seguía (un partido más) abusando del juego directo, y no mejoraron las cosas con los cambios de Calle y de Candela por Martins y Adriá. Montaban los blancos un equipo hecho para atacar los contraataques con rapidez.
Se encontraba de nuevo el Albacete con el punto fatídico tras la eliminación en Cádiz. Un trauma, un complejo a vencer y una necesidad de dejar atrás tanta mala suerte. Pero no fue así.
Empezaba tirando el paraguayo Amarilla, que hacía el primer gol. La respuesta la daba Sergio Molina. 5 campañas lleva el malagueño sin fallar un penalti, y hoy no fue el día, para adentro. Javi Rubio por el Huracán puso el 2-1. siendo Rocha el siguiente lanzador, también anotando su tiro. Con empate a 2, Carreño, el autor del gol, lanzaba su penalti, estando cerca Campos de detenerlo, pero marcando. El siguiente por el Alba fue para Zurdo.
Y fuera. El gaditano lo tira horrible, al centro, facilísimo, y el portero casi sin moverse detiene el esférico. Capdevila, el mejor del encuentro por el Huracán en la segunda parte, hacía el 4-2 y dejaba al siguiente lanzador manchego en obligación de marcar. En esta coyuntura, Mikel Santamaría cogió el balón y se atrevió a ser el siguiente lanzador, pero aquí acabó todo. El navarro fallaba el penalti definitivo a la postre y acababa con la Copa del Rey en Albacete demasiado pronto.
Fuente: 5+eldescuento
