La crisis amenaza con llevarse por delante varios equipos de fútbol
La crisis económica está afectando mucho a equipos que dependen de la aportación de empresas patrocinadoras para poder subsistir. El próximo 30 de junio acaba el plazo para que los clubes de fútbol afronten sus deudas. Si no solventan los pagos, pueden perder la categoría e, incluso, desaparecer.
El caso del CP Villarrobledo es uno de ellos, que continúa a la espera de que el ayuntamiento se haga cargo de la deuda contraída con el club. De no ser así, este podría desaparecer. La continuidad de su presidente también depende mucho del pago de esta deuda. José Antonio Duro seguirá al frente del club hasta el 30 de junio. Si otra directiva se presenta antes de final de mes, abandonará su cargo. Si el ayuntamiento no efectúa el pago, tampoco continuará.
El Gimnástico de Alcázar tampoco está bien económicamente hablando. Como afirmó en un comunicado su ex portavoz, Justo López, en la próxima asamblea del día 15 se decidirá la continuidad del club, pues con los ingresos y ayudas apenas cubren el 40% del presupuesto.
El Bakú-Hellín deportivo tiene una deuda completa que alcanza los casi 120.000 euros. 21 jugadores ya han denunciado los impagos de sus nóminas, pero hasta que su presidenta, una empresaria de Azerbaiyán no pague, la continuidad del club será una incógnita.
El CD Madridejos es otro club que está pasando apuros. El ayuntamiento les debe una suma de casi 40.000 euros, dinero que necesitan para continuar adelante en la categoría. De no hacer frente a las deudas contraídas, la ley ordena que estos clubes desaparecerían, o en todo caso, podrían comenzar con un proyecto inicial desde 2ª Autonómica.