El arbitraje, una profesión con vocación y ante todo desconocida para el aficionado de a pie que asiste cada domingo al fútbol. ¿Cuánto cobran? ¿Pueden vivir del silbato y las tarjetas? ¿Quién decide si ascienden o no de categoría? En Radio Azul SER La Mancha nos hemos hecho estas preguntas y las hemos contestado.
Las tarifas las ha publicado recientemente la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha y son idénticas a las de la temporada pasada. En cada categoría, el recibo de cada partido se reparte entre los tres árbitros –principal y asistentes- y otra parte se destina al Comité de Árbitros de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha
Por categorías, en Tercera División el recibo es de 610 euros, a repartir entre los tres colegiados. Según nos ha explicado Álvaro Gómez-Miguel, árbitro de Tercera División, la cifra que percibe cada uno por partido no llega a los 200€ El Comité se lleva una porción de esta cantidad. En Primera Preferente el recibo es 405€ mientras que en Primera Autonómica es de 275€.
Aquí hay una excepción, en caso de que el equipo local solicite árbitros de distinta provincia a los clubes contendientes el importe es de 410€. Por su parte, los recibos en Segunda Autonómica son de 145€ un único colegiado y 275€ en caso de llevar asistentes. Ante estas cifras, Gómez-Miguel nos explica que es difícil vivir del arbitraje a estos niveles. Él suele pitar entre tres y cuatro partidos cada mes en distintas categorías.
¿Y qué pasa si un árbitro no hace bien su trabajo? El Comité de Árbitros de la FFCM tiene un apartado de informadores, esto es, un grupo de personas que cada fin de semana se recorren los campos de la región examinando a los árbitros. Toman nota sobre su actuación y extienden un informe que posteriormente será evaluado para decidir si dicho colegiado asciende de categoría, la pierde o se mantiene.
Un mundo muy complejo el de los colegiados, y la vez muy apasionante. Nos explica Vicente Valentín, ex árbitro de la FFCM y ahora miembro del Comité como informador, que es una profesión vocacional y muy satisfactoria. Asegura que las tarifas han ido evolucionando a lo largo de las décadas pero que sigue siendo muy difícil vivir tan solo del arbitraje.
Una profesión vocacional, y de riesgo. Cada vez menos, pero se siguen viendo actitudes violentas contra el trio arbitral cada fin de semana en los campos de la región. Aun así, nos explica Valentín que cada vez hay más colegiados. Los jóvenes lo tienen claro, de mayor, árbitro.
