El Atlético Tomelloso vence en Azuqueca con casta, coraje y orgullo
El Atlético Tomelloso tiró de casta y coraje para conseguir la segunda victoria consecutiva del curso. Supo sufrir el equipo de Darío como un verdadero equipo para revertir una situación que se antojaba complicada. Los goles de Gallego, Del Barco y Juanpe en la segunda mitad dieron los tres puntos al equipo auriverde después de un segundo tiempo para enmarcar, donde la fe, el coraje y el orgullo fueron los artífices de esta nueva victoria.
Avisaba Darío en la previa del encuentro de un Azuqueca ansioso, con ganas de ganar ante su gente, muy peligroso y con ganas de resarcirse de la derrota en Almagro. El técnico no falló ni un ápice en su vaticinio y se encontró con un equipo intenso que salió a morder desde el principio. Algo le pasó al Atlético Tomelloso al comienzo del partido que ofreció su peor imagen, la de un equipo desdibujado, gris, espeso y sin ideas. La intensidad del Azuqueca dejó grogui al equipo de Darío que no veía la manera de cambiar la situación.
El caso es que el equipo azudense dominó, pero tampoco tuvo ocasiones de excesivo peligro. Solo un remate de cabeza de Seubert, el mejor de ellos, que se fue por encima del larguero, y un mano a mano de Conte con Mena que mandó rozando el palo fue todo el peligro que creó el cuadro local. ¿Y el gol? Pues el gol llegó desde los once metros por unpenalti de Juanpe a Pancorbo que pitó el colegiado. Seubert no fallaba desde los once metros y ponía por delante a su equipo en el marcador.
Solo Ureña lo intentó en un par de acercamientos aislados sin problemas para Javi Alonso.Primero fue con un disparo raso que atrapó bien el cancerbero, y la segunda fue en un en un pase que se paseó por el corazón del área pequeña sin encontrar rematador.
Así se llegó a tiempo de descanso; cayendo en el marcador y en un mar de dudas y preocupaciones.
Cambio radical
Pudo hacer diez cambios el entrenador del Atlético Tomelloso para coger el rumbo del partido y hacer borrón y cuenta nueva, pero ni tan siquiera hizo tres. Ni dos. Ni uno. Contó hasta cien Darío Martín para darle a la tecla correcta y cambiar el chip. Y así fue, porque el equipo saltó en la segunda mitad con un cambio radical, enchufado, con actitud y de lleno a por el partido.
Y es que al minuto de la reanudación, Gallego empataba la contienda con un buen remate a la salida de un córner y diez minutos más tarde era Del Barco el que ponía el 1-2 tras un fallo grave de Javi Alonso al no blocar un balón aéreo. Impresionante cambio de imagen del Atlético Tomelloso que, en apenas diez minutos, le había dado la vuelta al partido.
Pudo sentenciar el equipo de Darío gracias a un zapatazo de Ureña que despejó con los puños Javi Alonso. En el rechace, Santi Cabeza cogió el balón solo ante el portero y la pegó blanda y a las manos del portero. El partido estaba roto y en cualquier momento podrían llegar los goles. La tuvo Pancorbo en sus botas, pero su volea se marchó por encima del larguero. Así hasta que a quince minutos del final, Seubert hiciera el segundo y pusiera la igualada en el marcador. El delantero cazó un balón dentro del área a pase de Roberto Izquierdo y supo definir como un gran delantero. Empate a dos.
Sufrimiento y éxtasis
Seguía roto el partido tras las tablas en el marcador y cogió tinte de emocionante cuando Juanpe hacía el 2-3. Fue, de nuevo, en otra jugada de estrategia botada de manera magistral por Juanfri. El de Puertollano la puso al punto de penalti y Juanpe entraba con todo para hacer lo que mejor sabe; rematar a gol.
Tras el 2-3 y con los cambios de Manu Monteagudo y Roberto, el Azuqueca lo intentó con más corazón que cabeza y se encontró con un Atlético Tomelloso que pudo sentenciar a la contra. Al final, los tres puntos se fueron para Tomelloso con un equipo que volvió a sonreír y que suma una nueva victoria que vale mucho más que tres puntos.
INCIDENCIAS
Partido correspondiente a la séptima jornada de liga del Grupo XVIII de Tercera División disputado en el San Miguel de Azuqueca. Terreno de juego en regulares condiciones en una mañana apacible.