30 de junio de 2019, el CP Villarrobledo consigue un ascenso histórico a Segunda División B. La victoria del Lealtad asturiano en la localidad albaceteña (0-1) obligaba a los de Jesús Castellanos a remontar en el partido de vuelta. El quintanareño Nacho Huertas se volvió a echar el equipo a las espaldas para conseguir, junto a sus compañeros, el ascenso de categoría (1-2)
Un club que estaba “herido de muerte” en el mes de diciembre y seis meses después consiguió la mayor gesta deportiva de su historia. Un grupo de amigos que fueron pasando eliminatorias y dejando atrás a rivales de entidad para poner en Asturias el broche a un año inolvidable.
Uno de los protagonistas del ascenso, Nacho Huertas, ha atendido a Radio Azul SER para contar su experiencia un año después. “Nos juntamos un grupo de amigos y conseguimos algo que no se podía imaginar, tal y como fue la temporada, tuvo mucho mérito llegar hasta el final”.
En cuanto a los elogios, Huertas huye de ellos, “el mérito es de todos, sin mis compañeros no podría haber marcado esos goles, fue un éxito del grupo”, concluye.
La crisis sanitaria ha permitido que el club albaceteño continúe en Segunda B. Por delante, un año en el que se ha renovado el proyecto con Eduardo Pérez como imagen visible. En los próximos días se empezarán a anunciar las primeras novedades en cuanto a la plantilla.
